¿Cuántas veces has oído hablar de la importancia que tiene el metabolismo en los procesos de pérdida de peso? Muchas, ¿verdad? Pero, ¿sabes realmente qué es y cómo actúa en la quema de las calorías que ingerimos? En este post te explicamos cómo funciona el metabolismo y qué puedes hacer para acelerar su funcionamiento y propiciar la pérdida de peso.
¿Qué es el metabolismo?
El metabolismo es el conjunto de procesos físicos y químicos que se producen en nuestras células, para convertir los nutrientes que ingerimos en energía. El cuerpo humano no descansa nunca, por lo que aun cuando está en reposo sigue consumiendo la energía que le brinda el metabolismo, para cumplir con sus funciones vitales.
Al comer, las enzimas del sistema digestivo convierten el alimento en diferentes compuestos, que son absorbidos por la sangre y metabolizados, o convertidos en energía. Esta energía se mide en calorías. Cuando se consumen más calorías de las que el cuerpo necesita, se acumulan en forma de grasa. De ahí la importancia de consumir el alimento que nuestro cuerpo necesita para cumplir con las funciones que le exigimos y que son diferentes en cada persona.
¿Cómo mantenerlo activo?
La velocidad a la que actúa el metabolismo depende de factores físicos y características de cada persona: edad, altura, peso y genética, pero también del estilo de vida y la alimentación. Dos alimentos que contienen el mismo número de calorías pueden producir efectos diferentes en el metabolismo. Alimentos ricos en grasas pueden favorecer el ritmo del metabolismo y la quema de energía, así como alimentos bajos en calorías pueden no tener efecto sobre el mismo.
Entonces, ¿qué alimentos debemos consumir para acelerar el ritmo de nuestro metabolismo y favorecer la pérdida de peso?
Aceite de oliva virgen extra
A pesar de que el 97% de su contenido es grasa, se trata de grasa monoinsaturada. Es eficaz en la movilización de las grasas de las arterias y del corazón, y también en las que se encuentran en la zona abdominal.
Agua
La hidratación es clave para mantener activos los mecanismos fisiológicos necesarios para que el metabolismo rinda a la perfección. Una recomendación para que el cuerpo absorba correctamente el agua es tomarla en pequeñas cantidades.
Piña y papaya
Estas dos frutas son muy bajas en calorías y ricas en vitamina C y fibra vegetal, dos sustancias que ayudan a acelerar el metabolismo y perder peso. Además, también contienen sustancias enzimáticas que favorecen la digestión y ayudan a la combustión de las grasas. La piña y la papaya naturales pueden ser un gran acompañamiento para carnes y pescados.
Cacao
La semilla del cacao tiene un alto contenido en fibra, magnesio y sustancias activadoras de la energía, similares a las de la cafeína. Si quieres aumentar el ritmo de tu metabolismo, el chocolate indicado es el que tiene un contenido de cacao mayor al 75%, el resto solo contiene grasa que no te ayuda a adelgazar. Es importante que no consumas más de tres onzas al día.
Pescado
El pescado, sobre todo el azul, es conocido por su contenido en ácidos grasos Omega-3, que favorece la activación del metabolismo. Pero, además, el pescado también contiene proteínas y yodo, el mineral más determinante en la activación del metabolismo.
Hábitos para activar el metabolismo
La alimentación es muy importante para activar tu metabolismo, pero también es vital mantener unos hábitos saludables. Te compartimos 3 aspectos clave que te ayudarán.
Desayuno
No te revelamos nada si te hablamos de la importancia de desayunar. Una de las principales razones para no saltarte el desayuno es que ayuda a que tu cuerpo mantenga el equilibrio en la actividad metabólica.
Ejercicio físico
El ejercicio físico es imprescindible para aumentar el ritmo del metabolismo. No es necesario que dediques una gran cantidad de tiempo, pero unos 30 minutos de actividad diaria te ayudarán a mantener todas las funciones de tu cuerpo activas, favoreciendo la quema de grasas.
Descanso
El descanso es otro de los puntos clave para el buen funcionamiento del organismo y la activación del metabolismo. Todas las personas deberíamos dormir entre 7 u 8 horas al día. Si tienes una actividad física mayor, una siesta de 10-20 minutos permitirá que tu cuerpo se recupere y funcione a pleno rendimiento.