En otros post te hemos hablado de los ácidos Omega 3 y de los principales productos que integran una dieta de estas características. Ahora nos centraremos en uno de ellos: el pescado azul y sus beneficios para la salud.
Recordemos que los ácidos poliinsaturados, los cuales componen el grupo Omega 3, son grasas que el organismo no produce por sí solo sino que debemos suministrárselas a través de una dieta alimenticia, entre la que destacan productos como el pescado azul.
Dichas grasas forman parte de lo que se conoce como colesterol bueno (HDL) y ayudan a regular el nivel de colesterol malo (LDL), que es el causante de enfermedades como la obesidad y de otras de tipo cardiovascular.
Pescado azul: ¿a qué nos referimos exactamente?
El pescado azul es una denominación en la que se incluyen peces que provienen de aguas profundas y frías y que, sobre todo, se distinguen del resto por contener un alto nivel de ácidos grasos del tipo Omega 3.
No es, como mucha gente piensa, una sola variedad de pescado. Son diferentes especies las que pertenecen a este grupo: salmón, caballa, arenque, cazón, boquerón, atún, salmorete, anguila, rodaballo o las sardina, son algunos de los populares.
Entre todos ellos se destacan dos variedades, el salmón y el arenque, los cuales tienen, según algunos expertos en nutrición y salud, hasta 2 gramos de ácidos Omega 3 por cada 100 gramos, seguidos por la caballa.
Existe un cierto consenso sobre la cantidad mínima que debemos consumir: al menos 2 porciones de pescado azul a la semana, preferiblemente fresco y asado, pues de esta manera conserva mejor sus propiedades y nutrientes.
Ácidos Omega 3: beneficios de consumir pescado azul
En los últimos años, el pescado azul se ha convertido en un ingrediente cada vez más popular en nuestras mesas, algo que no sólo tiene que ver con los exquisitos platos que se preparan con los distintos tipos de peces que integran este grupo.
Más bien, el enorme interés que suscita proviene de sus múltiples propiedades, entre ellas su cualidad preventiva en lo que tiene que ver con riesgos cardiovasculares, arritmias e hipertensión, además de ser una gran fuente de minerales como el calcio, el hierro, el yodo y el potasio.
Pero, sin duda alguna, la característica por la que más personas deciden incluirlo en sus mesas es su capacidad para regular los niveles de colesterol en el organismo, lo que le convierte en el complemento ideal de las dietas saludables y para adelgazar. Seguro que conoces a más de una persona que lo consume por estos motivos.
Aun así, el beneficio en este sentido es doble: no sólo regula las grasas malas o LDL, sino que también aumenta el denominado colesterol bueno o HDL, que no es otra cosa que grasas que mejoran el funcionamiento del metabolismo y tienen un componente vitamínico de los tipos B y C.
No queremos finalizar este post sin darte un par de ideas para incluir el pescado azul en tu dieta. Algunas recetas sencillas que puedes preparar en casa son el salmón al té verde, la pasta de atún con alcaparras, la ensalada de aguacate y salmón y las sardinas a la valenciana, entre otras. ¿Se te ocurren más recetas? ¡Compártelas!
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