Estamos seguros de que has oído hablar del mindfulness en más de una ocasión. La tendencia de prestar atención al momento presente y disfrutar conscientemente de cada cosa que haces no es nueva. Lo que sí podemos señalar como una novedad, y por ello queremos hablarte de ella en este post, es el mindful eating, la tendencia que anima a prestar más atención y a disfrutar del momento de comer en sí, sin distracciones.
La gran cantidad de estímulos a los que estamos sometidos actualmente hace que a veces perdamos de vista las cosas que son importantes y nos centremos en las que lo son menos. Por lo que se refiere a comer, cada día es más habitual hacerlo delante del ordenador, o en el camino de un sitio para otro. También utilizamos la comida como calmante de ciertas emociones como el estrés, la ansiedad, que nos hacen comer más de lo que nuestro cuerpo necesita. Esto es lo que quiere combatir el mindful eating, o alimentación consciente.
– Los principales beneficios del mindful eating:
Hacer una pausa en tus actividades diarias y tomarte el tiempo necesario para comer mientras prestas atención a ello te ayudará en a reducir el estrés e incrementar el placer de comer. También tomarás consciencia de los alimentos que comes, con lo que es muy probable que elimines el picoteo y la comida no saludable. Las personas que practican el mindful eating también apuntan que, como consecuencia de estos beneficios, se sienten mejor con su estado físico y mejoran su humor.
– Cómo practicarlo:
Como cualquier práctica que quieras introducir a tus rutinas, el mindful eating requiere de un tiempo de adaptación. Seguramente al principio te costará cambiar de hábitos pero con constancia y actitud seguro que lo conseguirás. A continuación te damos algunas pautas que seguro que te ayudan a convertir tus comidas en un acto consciente y que te ayude a relajarte y a disfrutar comiendo.
La primera pauta, y probablemente la más difícil, consiste en distinguir el hambre de la gula y aprender a comer sólo cuando tienes hambre. Cuando no tienes hambre pero tienes ganas de comer algo puedes beber agua o algún batido. Con hambre y en la mesa, se trata de dedicar al menos 20 minutos al día a la comida, de ser consciente de cada bocado y de disfrutarlos. Un buen consejo para conseguir bajar el ritmo de la comida es dejar los cubiertos en la mesa después de cada bocado.
Para terminar, un consejo que por muy obvio que parezca no es nada habitual en las rutinas de comer es dejar el móvil, el ordenador o la televisión de lado y buscar un lugar tranquilo y agradable donde poder para, reflexionar y centrarte únicamente en comer.
¡Que disfrutes de tus comidas conscientes!