Si eres de las que prefiere la actividad física moderada, este post te interesa. ¿Qué tal te suena eso de caminar rápido? Pues bien, debes saber que se trata de un ejercicio que puede llegar a ser tan beneficioso como el salir a correr cada mañana.
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Muchas personas creen que sólo la actividad física extenuante, esa que te pone al límite de tu resistencia y te exige el máximo esfuerzo en cada sesión, es la única que vale la pena cuando se trata de adelgazar o mantenernos en forma.
Sin embargo, esto no es del todo cierto. Recuerda que cada persona debe ejercitarse en función de unas necesidades y según su estado físico, lo que equivale a decir que no todos estamos preparados para el ejercicio extremo.
De hecho, existen otras prácticas más acordes con quienes apuestan por un ejercicio moderado. Una de ellas es la de caminar rápido (o simplemente caminar), algo tan sencillo y cotidiano que quizá por eso mismo no seamos conscientes de todos los beneficios que puede aportarnos. ¿Te interesa conocerlos?
Caminar rápido: principales beneficios para nuestra salud
Caminar todos los días ya es en sí mismo un buen ejercicio para nuestro organismo. Sin embargo, si además de eso lo hacemos rápido, sus ventajas se potencian y, según algunas especialistas, podemos hablar incluso de efectos positivos similares a los que supone salir a correr todos los días. Interesante, ¿verdad?
Las actrices Gwyneth Paltrow y Cameron Díaz, entre otros famosos, son partidarias de este tipo de ejercicio, que además de ser placentero reporta ventajas para nuestra salud. Algunas de las más significativas son:
- Retrasa los efectos del envejecimiento, pues aleja a las personas de los riesgos que supone el sedentarismo extremo. Algunos estudios han demostrado que quienes caminan cada día aumentan su expectativa de vida.
- Disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, que en la mayoría de los casos están relacionadas con la inactividad. También refuerza los huesos y los músculos, tanto del tren superior como del inferior.
- Mejora nuestro estado de ánimo. Caminar nos saca momentáneamente de la rutina del día a día y nos pone en sintonía con la naturaleza y los entornos, mejorando nuestra disposición y ánimo.
- Optimiza la presión sanguínea y nos ayuda a perder peso. Aunque no se trata de una actividad especialmente orientada a quemar grasa, sí que puede contribuir a una mejor circulación y flujo intestinal, algo que se relaciona con la pérdida de peso y el adelgazar de forma sana.
¿Qué hacer para pasar de caminar a caminar rápido?
Lo ideal es caminar todos los días al menos durante 20-30 minutos. Sin embargo, en el momento en que hayamos incorporado esta práctica a nuestra rutina, podemos incrementar el nivel de exigencia gradualmente y sin que el cuerpo se vea afectado.
¿Cómo hacerlo? Algunas personas han encontrado la fórmula para caminar rápido sin llegar a correr. Es lo que se denomina marcha deportiva.
También llamado sportive walking, consiste básicamente en aumentar el ritmo de la marcha y empezar a trabajar aspectos como la respiración, la resistencia y buena parte de los músculos del cuerpo.
El elemento que le diferencia de la marcha simple es el hecho de ser conscientes de que hacemos ejercicio, dado que cuando salimos a dar un paseo lo hacemos casi siempre por placer y ocio.
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