Caminar es una de las actividades físicas más recomendables para la salud. A diferencia de otros deportes, no es agresivo para tu cuerpo, es fácil de practicar y puedes hacerlo a cualquier hora y en cualquier lugar. Caminar unos 30 minutos al día es muy recomendable para mantener tu bienestar, ya que te ayudará a tonificar tus músculos, mantener los glúteos fuertes y fortalecer la espalda, mejorando la postura de la columna. Si te has propuesto ponerte en forma, ¡caminar es una gran forma de empezar!
Una vez hayas decidido iniciarte en esta práctica, el segundo paso será pensar dónde lo vas a hacer, ¿interior o exterior? En este post te queremos contar los beneficios de las dos modalidades para que, de este modo, puedas decidir cuál es la que mejor te va.
Caminar indoor
Si te decides por el indoor, la forma más habitual para cumplir con la rutina de caminar es en la bicicleta elíptica, una de las máquinas de gimnasio más populares. Sus principales beneficios son:
1. En la elíptica no solo trabajarás la parte inferior del tronco, sino también ejercitarás los brazos, hombros y abdominales.
2. Además de caminar, puedes realizar diferentes tipos de ejercicios, como pueden ser el pedaleo o imitar los movimientos propios del esquí de fondo.
3. Acostumbra a ser un ejercicio controlado, por lo que el riesgo de lesiones producidas por movimientos incorrectos desaparece.
4. Al estar en el interior no dependerás de la meteorología para poder realizar tus rutinas.
Caminar en el exterior
Si decides que lo tuyo es el exterior, tienes que tener en cuenta que deberás supeditarte a las condiciones meteorológicas. Pero, más allá de este inconveniente, disfrutarás de muchas otras ventajas, como las que te contamos a continuación:
1. Caminar en el exterior es el deporte más barato ya que no tendrás que apuntarte a ningún gimnasio.
2. El hecho de estar al aire libre y en contacto con la naturaleza, además de los beneficios físicos, también te servirá para mejorar tu salud mental, siempre, eso sí, que vayas a una zona verde, al monte o playa. Además, es más fácil desconectar cuando se está en contacto con el aire puro.
3. En el exterior tendrás la posibilidad de pisar una gran variedad de terrenos, con lo que no habrá lugar para el aburrimiento.
4. Si decides salir a caminar al exterior podrás olvidarte de horarios, colas o esperas para ocupar tu sitio. Solo tienes que escoger a tus acompañantes, si lo deseas, y empezar a disfrutar de la actividad.
Una vez repasados los beneficios de las dos formas de andar, ¿con cuál te quedas?