Quiromasaje es una palabra compuesta por dos términos griegos, respectivamente manos y amasar. Fue utilizada por primera vez por un médico español a finales de 1800 para definir una técnica terapéutica que reunía sus aprendizajes sobre las diferentes técnicas de masaje estudiadas durante su estancia en Estados Unidos y Suiza.
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Hoy en día el término se ha extendido en todos los países de habla española y se utiliza para distinguir entre tratamientos terapéuticos manuales y masaje realizado con instrumentos electromecánicos.
¿Cómo es una sesión de quiromasaje?
Durante una sesión, el especialista en quiromasaje utiliza las llamadas “maniobras”, que no son otra cosa que movimientos mecánicos con las manos para apretar con los dedos o las manos partes específicas del cuerpo del paciente. A través de la aplicación de una presión de medio-fuerte a ligera, dependiendo de las necesidades y problemas a tratar, se estimulan diferentes funciones con el objetivo de mejorar el estado de salud del paciente. Este tratamiento, en algunos casos, se beneficia de otras terapias alternativas como la aromaterapia, la homeopatía y la acupuntura, y viceversa.
¿Qué beneficios nos aporta?
El masaje en general, si se realiza respetando unos criterios de higiene y realizado por un terapeuta especializado, puede aportar muchos beneficios tanto a nivel físico como mental. Los resultados más inmediatos son aquellos debidos a la naturaleza mecánica del tratamiento:
- Mejora el aspecto de la piel, ya que durante las maniobras la fricción de las manos sobre la piel contribuye a eliminar las células muertas, dejándola suave.
- Estimula la circulación sanguínea y linfática, favoreciendo la eliminación de toxinas del cuerpo. Por este motivo, justo después de una sesión de masaje puede aumentar el deseo de micción en el paciente.
- La manipulación de los tejidos produce estímulos sobre el sistema nervioso con un consecuente estado de relajación físico y mental.
- Los efectos “a largo plazo” consisten en la prevención, cura y mejora de la salud del paciente. La aplicación de esta terapia, de hecho, puede mejorar el dolor en el sistema músculo-esquelético, ayudar en el tratamiento de traumas físicos, complementar terapias para la cura de problemas psicosomáticos y acompañar planes de adelgazamientos.
¿En qué casos se aconseja el quiromasaje?
Todo el mundo puede beneficiarse de las ventajas del quiromasaje. Desde los deportistas, para mejorar el estado muscular antes, durante y después de las competiciones, hasta los informáticos, para prevenir y suavizar las contracturas en la espalda, resultado de trabajar muchas horas en la misma posición.
Las embarazadas, las personas con problemas circulatorios, infecciones o heridas cutáneas, enfermedades del sistema nervioso y otros tipos de problemas crónicos deberían consultar su situación con el especialista antes de empezar la terapia.
En los países orientales, la técnica terapéutica del masaje con manos existe desde hace más de 4.000 años y, aunque actualmente en España no sea reconocida como profesión, está cada día más demandada como soporte a tratamientos médicos en diferentes campos y más identificada como elemento integrante de un estilo de vida saludable.