Seguro que ya estás preparando tu armario para la llegada del otoño, esa estación en la que presenciamos el retorno de los vientos, las primeras lluvias y el tiempo fresco después del verano. ¿Y tu despensa? ¿Cómo la preparas de cara a la nueva temporada del año? ¿Qué recetas saludables tienes a mano?
Porque, más allá de las lluvias, el viento, el clima fresquito y los prados tapizados con las hojas que caen de los árboles, el otoño nos trae una gran variedad de opciones en lo que se refiere a la cocina y la alimentación.
Es cierto que vivimos en una época en la que podemos conseguir cualquier producto en cualquier momento del año. Es una de las principales ventajas de la globalización y del comercio transnacional. Todo lo tenemos a la vuelta de la esquina.
Sin embargo, también sabemos los enormes beneficios que supone consumir productos de temporada, es decir, que sean propios de la estación en la que nos encontremos, como sucede en este caso con el otoño.
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Consumir productos de temporada: salud y medioambiente
Cuando consumimos productos de temporada, bien sea en verano, otoño, invierno o primavera, estamos optando por una alimentación más saludable y nutritiva, pues los alimentos se cultivan o procesan en condiciones naturales y sin que los productores tengan que crear ambientes artificiales para ello.
Es decir, en cada estación del año la tierra tiene una disposición natural para producir ciertos alimentos y no otros, pues los factores climatológicos o atmosféricos provocan variaciones en ese sentido. Por eso habrás visto que las fresas son una fruta típica de la primavera mientras las castañas abundan a finales del año.
Los productos de temporada son más baratos que los que están fuera de temporada, pues para producir estos últimos es necesario invertir más recursos y en algunos casos adaptar los cultivos y las condiciones de la tierra.
Además, cuando eliges productos de temporada contribuyes a la conservación del medioambiente. Estos productos no necesitan el empleo de químicos para que se mantengan frescos ni suponen el traslado desde rincones apartados del mundo, pues en general se producen en lugares cercanos a casa.
¿Qué productos son típicos de la temporada de otoño?
En el otoño los días son más cortos, la luz no tiene la misma fuerza y las temperaturas bajan hasta dar paso al invierno. Es la estación en la que retomamos nuestras rutinas y nos preparamos para la parte final del año.
Estas condiciones, que en principio son la cara opuesta de la explosión de luz y calor de la temporada estival, también suponen una explosión de productos y alimentos que no presenciamos en ningún otro momento. ¿Sabes a cuáles nos referimos? Toma nota de algunos de los principales productos de la estación del otoño:
- Verduras:
En el grupo de las verduras podemos disfrutar de una gran variedad de alimentos, como las acelgas, berenjenas, boniatos, calabazas, pimientos, zanahorias, espinacas y coles. Algunos incluyen en este grupo a los hongos y las setas.
- Frutas:
Cada temporada tiene sus frutas. En el caso del otoño, las más características son: manzanas, peras, membrillo, mandarinas, chirimoyas, castañas, higos, granadas, caquis y piñas, entre otras.
En esta lista de productos también se pueden incluir algunos quesos, especialmente los denominados quesos azules. Pese a no ser típicos de una temporada específica (por el contrario, se producen todo el año), son excelentes acompañantes de muchos de los alimentos que solemos consumir durante el otoño.
Recetas saludables para dar la bienvenida al otoño
Ahora que ya sabes cuáles son los productos típicos de esta temporada, vayamos al lío de una buena vez. ¿Quieres conocer algunas recetas sanas y nutritivas para degustar este otoño?
1) Huevos al nido en berenjena:
– 2 berenjenas.
– 4 huevos.
– 200 gramos de tomate en conserva.
– 2 cebolletas.
– 400 ml de aceite de oliva.
– Sal y pimienta.
Preparación:
Lavamos y cortamos a lo largo las berenjenas. Las ponemos en una fuente de horno, las salpimentamos y las horneamos durante 25 minutos a 180º. Cuando estén listas, les retiramos la carne sin que lleguemos a romper la piel. Luego, en una sartén ponemos aceite de oliva y salteamos las cebolletas, añadimos el tomate y dejamos cocer durante 10 minutos. Añadimos la carne de las berenjenas y repartimos el relleno en las cáscaras de las berenjenas. Cascamos un huevo en cada una de ellas y dejamos que se haga en el horno durante 8 minutos. Servir bien caliente.
2) Buñuelos de acelgas:
– 200 gramos de acelgas cocidas.
– 25 gramos de bacon.
– 1 cebolla pequeña.
– 50 gramos de harina.
– ½ cucharada de oliva.
– Sal al gusto.
Preparación:
Cocemos las acelgas, las escurrimos y las picamos en trozos pequeños. Luego añadimos la harina con la levadura en polvo y la cebolla y el bacon picados previamente. Después agregamos el huevo y lo mezclamos bien todo hasta formar bolitas, que luego freiremos en el aceite de oliva. Las dejamos reposar y las secamos en papel de cocina.
3) Crema de boniato y coco:
– 800 gramos de boniato.
– 1 litro de caldo de verduras o de pollo.
– 400 ml de leche de coco.
– 1 cucharada de comino.
– 1 cucharada de jengibre fresco rallado.
– 1 cucharada de azúcar moreno.
– 1 lima
– Cilantro o perejil y sal al gusto.
Preparación:
Pon un chorro de aceite de oliva en una sartén y rehoga durante algunos minutos el jengibre, el comino y la guindilla. Añade el boniato pelado y cortado en rodajas y un chorrito de zumo de lima. Remover hasta que adquiera una textura espesa. Después moja con el caldo de verduras o de pollo, la leche de coco y el azúcar y déjalo al fuego un par de minutos más. Sírvelo con cilantro picado o perejil.
4) Ensalada de col con granada y frutos secos:
– 600 gramos de col lombarda.
– 1 granada.
– 50 gramos de cacahuetes.
– 50 gramos de anacardos.
– 1 cebolla tierna.
– 1 cucharadita de miel.
– Vinagre rojo.
– Aceite de oliva virgen.
– Sal y pimienta negra.
Preparación:
Corta la lombarda en julianas finas y déjala hervir en agua unos minutos con un poco de sal. Parte la granada y saca de su interior los granos sueltos; luego mézclalos con la lombarda ya seca y escurrida. Machaca los cacahuetes y los anacardos y ralla un cuarto de la cebolla. En otro bol, mezcla la miel, 2 cucharadas de vinagre rojo, 6 de aceite y la pimienta. Mézclalo todo y agrégalo a la lombarda con granada.
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