Si tuvieras que asociar un color a la vitamina C, ¿cuál sería? A nosotros se nos ocurre el naranja y es probable que a la mayoría de vosotros también. No, no es una casualidad ni se trata de telepatía, sino que es el resultado de una tradición que indica el fruto del naranjo como uno de los alimentos con vitamina C por excelencia. Es cierto, las naranjas son fuente de vitamina C, pero también es verdad que podemos encontrar este nutriente en otros alimentos.
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A continuación os proponemos 5 alimentos con vitamina C más allá de las naranjas.
1. Crucíferas, una familia rica en vitaminas y baja en calorías
Las hortalizas que pertenecen a la familia de las crucíferas (coles, mostaza, brócoli, rábanos, etc.) son una fuente importante de vitamina C y sales minerales. Son típicas de la temporada más fría del año y nos podemos beneficiar de sus nutrientes para protegernos del frío y fortalecer las defensas contra los ataques de virus y resfriados.
Por el alto contenido en fibra vegetal y el bajo aporte calórico, estos alimentos son muy indicados también en las dietas para adelgazar. No hay excusas, ¡aprovecha las propiedades de estos alimentos en tu menú!
2. El kiwi, la fruta que le gana a la naranja
A menudo se subrayan las propiedades de las naranjas como alimento con abundante vitamina C. Sin embargo el kiwi aporta más vitamina C que las naranjas: 74,5 mg por 100 g de fruta, frente a los 53,2 mg de las naranjas.
3. Pimientos rojos y amarillos, ¡que no falten en tu dieta!
Esta variedad de pimientos, además de ser muy sabrosa, es también muy rica en nutrientes. Los pimientos rojos y amarillos son unos potentes antioxidantes, contienen vitaminas del grupo A, B y C y una buena dosis de sales minerales. Piensa que 100 g de pimiento aportan aproximadamente el 200 por ciento de la dosis diaria de vitamina C de un adulto.
4. Hierbas aromáticas una fuente preciosa de vitamina C y minerales
Las plantas aromáticas se aprecian por el sabor que aportan a nuestros platos pero a veces nos olvidamos de todas las propiedades beneficiosas que poseen.
El tomillo y el perejil son entre las hierbas más comunes en la cocina mediterránea y las que nos ofrecen una buena dosis de vitamina C (entre 130 y 160 mg cada 100 g de hierba). El uso de las aromáticas en la cocina, además, resalta el sabor de los platos y nos ayuda a consumir menos sal.
En este período del año, podemos aprovechar sobre todo las propiedades del tomillo, considerado un antibiótico natural. Tomado seco en infusión o fresco en sopas y ensaladas, ayuda a prevenir y aliviar gripe y resfriados.
5. Las frutas tropicales en primera posición
Algunas frutas tropicales representan la mayor fuente natural de vitamina C. En primera posición está la ciruela Kakadu, una fruta tropical de origen australiana, que cuenta con 5 g de vitamina C por 100 g de fruta.
El camu-camu, una fruta procedente de América Latina, posee una concentración de vitamina C 40 veces superior a la naranja.
La acerola, una baya exótica de color rojo y sabor muy áspero, se clasifica en tercera posición con 1,6 g de vitamina C por 100 g.
Verde, rojo, amarillo… como habéis visto la vitamina C no es solo naranja y la podemos encontrar en una gran variedad de alimentos.
¡Ya tienes varias opciones para llenar tu menú de alimentos ricos en vitamina C y aprovechar sus propiedades antioxidantes!
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