¿Has oído hablar del colesterol bueno y malo? ¿Sabes en qué consiste cada uno? Si no es así, en el siguiente post te explicaremos la diferencia que existe entre los dos tipos de colesterol, y las mejores dietas y hábitos para controlarlos.
A menudo asociamos la palabra «colesterol» con algo negativo. Lo entendemos como un valor que debemos reducir de cualquier modo para evitar inconvenientes como la obesidad o los trastornos respiratorios y cardíacos.
Para ello, solemos eliminar de nuestra mesa todos aquellos productos con un alto contenido en grasas convencionales y calorías.
Sin embargo, es necesario aclarar que el colesterol no puede desaparecer de nuestro organismo. En primer lugar, porque es una sustancia que el hígado produce de forma natural; y además, porque contribuye a la producción de componentes como el estrógeno, la testosterona y la vitamina D.
De hecho, es necesario distinguirlo del HDL o también denominado colesterol bueno, que hace referencia a aquellas grasas que viajan directamente al hígado y nos ayudan a eliminar las grasas convencionales o grasas malas.
Es decir, en el fondo estamos hablando de mantener unos niveles óptimos de colesterol total, que es el que resulta de la suma de colesterol bueno y malo. Cuando superamos dichos niveles, lo más seguro es que el cuerpo se vea superado y no pueda eliminar todas las grasas acumuladas.
[hs_form id=»5″]
Colesterol bueno y malo: hábitos y consejos para controlarlos
El asunto es sencillo: nuestro organismo debe tratar de disminuir los niveles de colesterol malo y aumentar los niveles de colesterol bueno. Cuanto más cerca estemos de estos valores, mayor será nuestro bienestar.
Pero ni lo uno ni lo otro se logran de la noche a la mañana. La clave está en adquirir una serie de hábitos y prácticas como las siguientes:
a) Cómo aumentar el colesterol bueno:
- No consumir alimentos ricos en grasas convencionales, por ejemplo patatas fritas, galletas saladas, frituras, entre otros.
- Consume mayor cantidad de fibra soluble. La encuentras en productos como las frutas, las verduras, las legumbres y los cereales integrales.
- Incorpora alimentos ricos en Omega 3. La lista de alimentos ricos en Omega 3 es larga, pero entre los principales podemos mencionar los siguientes: el aceite de oliva, el aguacate, el queso natural, el pescado azul, la cebolla y los huevos.
- No olvides los alimentos ricos en polifenoles. Aportan antioxidantes y mantienen estable el nivel de HDL en el organismo. Los más conocidos son el té, el cacao, las bayas, los arándanos y varios zumos de frutas.
b) Cómo disminuir el colesterol malo:
- Incorpora a tu dieta las semillas y los frutos secos. Estos productos contienen esteroles vegetales y estanoles, cuya principal característica es que imitan el papel del colesterol malo en el intestino.
- Consume alimentos diuréticos. Son todos aquellos que ayudan a eliminar los líquidos, las toxinas y las grasas acumuladas en algunas zonas del cuerpo. Las frutas son los mejores productos diuréticos.
- Haz ejercicio dos o tres veces a la semana. Por lo general, el colesterol malo se convierte en grasa acumulada. Una buena forma de eliminarla es con una rutina de ejercicios de al menos 45 minutos.